Azores, Canarias, Madeira, Mayotte, Reunión, San Martín, Guadalupe, Martinica y la Guyana Francesa: nueve bellas regiones esparcidas por el mar Caribe, los océanos Atlántico e Índico y la costa sudamericana. A miles de kilómetros de la Europa continental, estas islas de habla hispana, francesa y portuguesa forman un grupo único en la Unión Europea: las regiones ultraperiféricas (RUP).
Cada una de ellas aporta características distintivas que contribuyen a la riqueza de nuestra Unión. Desde la diversidad de los ecosistemas marinos y las fuentes de energía renovable, pasando por su localización geoestratégica y su proximidad a otros continentes.
Unidos en la distancia
Unos 4,8 millones de ciudadanos consideran estas regiones su hogar y se enfrentan a los desafíos que conllevan sus tamaños, distancia, topografía y climas y movilidad restrictivas. La UE ayuda a estas regiones con programas y medidas específicas que promueven la innovación y el empleo (sobre todo en los sectores de la agricultura y la pesca), así como la diversificación hacia nuevos sectores como la economía circular. Entre 2014 y 2020, la UE destinó alrededor de 13.800 millones de euros a las regiones ultraperiféricas a través de la política de cohesión y los fondos para agricultura y pesca.
Las regiones ultraperiféricas también forman parte de los programas de cooperación territorial (INTERREG), que les ofrecen herramientas esenciales para reforzar su integración regional y promover la cooperación con los países vecinos. Un buen ejemplo de esto es el proyecto Hexagone, que lidera Canarias y en el que participan Madeira y Azores con el fin de, entre otras cosas, favorecer la cooperación en el marco del desarrollo sostenible.
Su lejanía no impidió que la pandemia de COVID-19 azotara a estas regiones, sino que además puso su vulnerabilidad en evidencia. La solidaridad con la UE y con estas regiones se ha vuelto más importante que nunca; sobre todo en el ámbito de los servicios sanitarios (como se puede ver en un proyecto cofinanciado con fondos europeos INTERREG que se llevó a cabo en Reunión durante la primera ola de la pandemia)
De cara al futuro hay una cuestión que hace falta resolver y es si Europa apoyará a estas regiones a cerrar las brechas de igualdad con el resto de la UE y las ayudará a alcanzar su pleno potencial o si, por el contrario, dejará que caigan en el olvido.
Fuente: Conference of Presidents of the Outermost Regions
El mensaje en la botella
"Las regiones ultraperiféricas están lejos de la Europa continental, pero siguen formando parte de ella. La pandemia ha afectado gravemente a nuestras regiones, lo que ha tenido una gran repercusión en le mercado laboral del sector turístico”, destaca nuestro miembro y presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres Pérez, que es también uno de los tres representantes de estas regiones en el Comité Europeo de las Regiones.
Alrededor del 40% del PIB de las Islas Canarias depende del turismo. El agudo descenso en este sector debido a la pandemia ha paralizado el potencial económico de esta región, lo que ha llevado a una amenaza social sin precedentes que podría tener un gran impacto a largo plazo en un amplio porcentaje de su población.
Los desafíos que la pandemia del coronavirus supone para las regiones ultraperiféricas se deben tener en cuenta en el debate sobre el informe de la Comisión Europea sobre la puesta en práctica de una asociación estratégica renovada con las regiones ultraperiféricas de la UE que se publicó en marzo y sobre el que el presidente de Canarias ha desarrollado un dictamen.
"Es indudable que la visión de nuestras vidas ha cambiado con la pandemia. Necesitamos vertebrar economías más resilientes y menos dependientes.
— PES Group Committee of the Regions (@PES_CoR) December 9, 2020
Necesitamos la rápida puesta en funcionamiento del presupuesto y relanzar el turismo."
—@avtorresp #CoRPlenary pic.twitter.com/3Y6Q8AIVFP
“En su propuesta, la Comisión Europea ha perdido la oportunidad de cambiar las políticas europeas y acabar con el aislamiento de las regiones ultraperiféricas”, señala Torres Pérez, que también pide que la estrategia tenga como pilares el crecimiento y empleo de estas regiones. El ponente recalca que “el futuro presupuesto europeo y el Fondo de Recuperación deben invertir en nuestras regiones, ya sea en su conectividad, economía verde y azul o en la agricultura sostenible”.
Asimismo, durante su intervención en la sesión plenaria pidió que "el nuevo presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 se implemente lo más rápido posible. No es momento de vetos ni de especular con la vida de millones de europeos".
La eurodiputada socialista de Madeira (Portugal), Sara Cerdas, se hace eco de estas demandas y, ante la reunión de diciembre del Consejo Europeo, pide “un acuerdo rápido del presupuesto europeo que permita el apoyo financiero a las regiones ultraperiféricas en una transición ecológica que no debe dejar a nadie atrás”.
Elisa Ferreira assegura a Sara Cerdas apoios às regiões ultraperiféricas: A eurodeputada do PS, Sara Cerdas, enviou uma missiva à Comissária Europeia Elisa Ferreira, com a pasta da Coesão, a questionar que medidas estão previstas para aplicação nas… https://t.co/F6FxqOdkue pic.twitter.com/Lls2KdywrQ
— dnoticias.pt (@dnoticiaspt) August 28, 2020
En la ola de la sostenibilidad
De acuerdo con los objetivos del Pacto Verde Europeo, la recuperación de las regiones ultraperiféricas debe centrarse en dos pilares. El primero debe ser la adaptación al cambio climático y la protección de la biodiversidad a través de la promoción de la economía circular, las energías renovables y el desarrollo de una economía azul y sostenible. El segundo pilar pasa por abordar las limitaciones y restricciones de estas regiones a través de una mejora de, por ejemplo, su conectividad digital o la inversión en proyectos de investigación e innovación.
Asimismo, se debe aplicar cuanto antes el Pilar europeo de derechos sociales, ya que, como bien indica Torres Pérez, “el pilar se debe adaptar a las necesidades específicas de las regiones ultraperiféricas en cuanto a la promoción de igualdad de oportunidades, el acceso al mercado laboral, condiciones de trabajo justas y la protección e inclusión social”.
Por último, pide que las regiones ultraperiféricas gestionen la migración de forma más sostenible, instando a la Comisión europea a desarrollar una política migratoria basada en la solidaridad y que aporte medidas específicas a través del Fondo de Migración y Asilo.
Hasta la última gota
El avance es lento. La intervención de la socialista Elisa Ferreira, comisaria de Cohesión y Reformas, en el Foro de las Regiones Ultraperiféricas que tuvo lugar en octubre se puede ver como un paso adelante. Ferreira recalcó que “la Comisión en su conjunto está firmemente comprometida con la prestación de apoyo especialmente adaptado para las regiones ultraperiféricas en sus diversas políticas.”
The current crisis is an opportunity to realise the #outermostregions potential
— EUinmyRegion (@EUinmyRegion) October 13, 2020
An opportunity to reinvent your economies, to lay the foundations of a sustainable, green, circular and digital economy that will bring jobs, growth&prosperity to the outermost regions#forumRUP2020 pic.twitter.com/Dcs6WpSdyx
Asimismo, en materia de política agrícola, el Parlamento Europeo y el Consejo han acordado el mantenimiento del apoyo actual a las regiones ultraperiféricas bajo el Programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI) en los dos próximos años.
No cuts to #POSEI! @EUCouncil and @Europarl_EN agreed on #CAP transitional rules. #OutermostRegions will keep receiving the same amounts of financial support.
— Azores EU Office (@AzoresEUoffice) November 27, 2020
More: https://t.co/E7smvGh6qP pic.twitter.com/OZR3qO1FGA
No obstante, como bien indica el presidente de Canarias, "la situación es preocupante para las regiones ultraperiféricas, ya que su financiación para el periodo 2023-2027 todavía no se ha garantizado."
Aunque se han tomado medidas alentadoras a nivel europeo, todavía es necesaria una evaluación holística de la cooperación con las regiones ultraperiféricas (que, sin duda, pueden ser el laboratorio perfecto para la creación del futuro sostenible de nuestra Unión). Como ciudades y regiones progresistas, pedimos solidaridad con estos fascinantes y vulnerables territorios, así como medidas europeas concretas que valoren sus diferencias y se adapten a ellas. Debemos asegurarnos de que los ciudadanos puedan contar con Europa dondequiera que se encuentren.
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Créditos fotográficos: Unsplash / Zinah Insignia